Los lobos de Mercy Falls (Trilogía- Temblor, Rastro, Siempre)- Reseña.

• Nota global: 3'5 / 5.

• Nº de páginas: 448 / 430 / 440 (total 1318).

• Leído por: Irbis.

• Autora: Maggie Stiefvater.

• Editorial: Ediciones SM.

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NOTA: El último y cuarto libro es obviado en esta reseña debido a que la saga fue pensada como una trilogía, considero a éste último como un libro individual con personajes comunes a esta saga.

La saga Los lobos de Mercy Falls nos presenta a Grace, una chica que de niña fue atacada por los lobos del bosque que se encuentra al lado de su casa y que ahora siente un extraño vínculo con ellos, encontrándose especialmente fascinada por un lobo de pelaje oscuro y ojos amarillos. Mientras, Sam intenta ser un chico normal, sin embargo durante los inviernos debe cambiar a su piel lobuna, con la que observa a Grace a través de sus ojos amarillos y misteriosos.

La narración resulta agradable y ágil, con una hermosa prosa propia de la autora. Si bien, pienso que no son de sus mejores libros, sí se disfruta de la lectura gracias a los capítulos cortos y una espléndida narración capaz de hacerte sentir lo que les pasa a los personajes.

Pasando a los personajes y al romance entre Grace y Sam, me ha parecido muy mal llevado. Para comenzar, la relación comienza al instante casi de su encuentro como humanos, sin conocerse, justificándose como que sentían que se conocían de toda la vida por su vículo a través del lobo, pero sigue sin parecerme justificable. Además, como personajes me parecen algo insulsos y sin profundidad, sobre todo Grace, ya que Sam sí posee un pasado más marcado que influye en su personalidad. Los secundarios Cole e Isabel me gustaron más que los dos protagonistas, sin embargo no comentaré de ellos por ser spoilers sobre los últimos libros.

Así pues, la saga es un buen entretenimiento como lectura ligera entre otras más pesadas o si te gusta la fantasía, pues sí pienso que el tema de los hombres lobo está tratado de una forma original y curiosa, y el romance adolescente en su esplendor.

Irbis.